(Washignton D.C, 06/07/2020) La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) expresó preocupación por la situación de los derechos de la juventud en Venezuela e hizo un llamado a que se adopten medidas de protección integral dirigidas a esa población. A través de sus diferentes mecanismos, la CIDH ha recibido información con respecto a las afectaciones particulares que enfrenta la juventud venezolana debido a la crisis humanitaria e institucional que atraviesa el país. Aunque no haya una definición unívoca de juventud, la Comisión se refiere en particular a las personas con edad entre 15 y 24 años, según el entendimiento actual de la Organización de las Naciones Unidas.
La CIDH considera que, la juventud venezolana enfrenta desafíos enormes para sobrellevar adecuadamente su etapa de desarrollo y potencializar sus competencias, principalmente en cuanto a su autonomía personal. Según dio a conocer recientemente desde la sociedad civil organizada, en varios estados del país se presentan altos índices de deserción y abandono escolar en los centros de educación media, alta, superior y técnica. Esto sería atribuible a la interrupción de servicios públicos como el suministro de agua, energía eléctrica y transporte, así como la suspensión de programas de alimentación escolar. Igualmente, según informó dicha organización, entre 2016 y 2019 habrían sido reclutados al menos 15 mil jóvenes por grupos armados irregulares en la frontera con Colombia.
Asimismo, resulta preocupante el alto índice de desempleo juvenil que, para el año 2019, se ubicó en el 18,78%. Al respecto, le preocupa a la Comisión que, para acceder a programas públicos como el Plan Chamba Juvenil, se exija como requisito contar con el ‘carnet de la patria’, que, por sus signos distintivos, sugiere afiliación política e ideológica con el gobierno.
Por otro lado, en su visita in loco a la frontera colombo-venezolana, realizada en febrero del presente año, la CIDH observó que la migración venezolana está compuesta en gran medida por personas jóvenes en condiciones de pobreza. La Comisión, destacó el hecho de que muchas mujeres jóvenes migran con bebés en brazos o en estado de embarazo. Al respecto, la Comisión tuvo conocimiento de la escasez de métodos anticonceptivos en Venezuela, lo que restringe la autonomía reproductiva.
Además, la CIDH resaltó que la interseccionalidad de diversos factores, tales como género, etnia o discapacidad, colocan a diversos grupos de la población en una situación especial de riesgo. Por este motivo, la Comisión hace un llamado a que se adopten medidas con enfoques interseccionales para que la juventud venezolana ejerza de manera integral su desarrollo y disfrute tanto de sus derechos civiles y políticos como los económicos, sociales y culturales.