«Sentir que se nos va la vida», informe sobre la situación de las personas venezolanas LGBTI en Colombia, Ecuador y Chile

(Colombia/ Ecuador/ Chile, 31/3/2021) La Plataforma de Respuesta para los Venezolanos (R4V) realizó un estudio en tres países de la región: Colombia, Chile y Ecuador, sobre las dificultades a la que se enfrentan las personas migrantes y refugiadas venezolanas que forman parte de la comunidad LGBTI.

Para la  construcción del informe se  realizaron entrevistas individuales y grupos focales -presenciales y virtuales- de discusión con el apoyo de organizaciones de la sociedad civil. Se realizaron 47 entrevistas y en los grupos focales presenciales participaron 91 personas LGBTI+ refugiadas y migrantes, entre 18 y 60 años, y en los grupos virtuales, durante la pandemia de COVID-19 participaron 45 personas más, para un total de 136 personas.

La movilidad de personas refugiadas y migrantes de Venezuela se ha convertido en una de las crisis humanitarias más complejas de las últimas décadas. Este fenómeno se ha caracterizado por ser masivo, en medio de unas condiciones sociales y políticas complejas. Las personas lesbianas, gays, bisexuales, trans e intersex (en adelante LGBTI+1), además de su situación de personas refugiadas o migrantes, están expuestas a una serie de estigmas sociales reproducidos por una sociedad patriarcal que ha sustentado sus valores en prejuicios y miedo a las diferencias. Estos estigmas han conducido a que las personas LGBTI+ sean concebidas, en muchas ocasiones, como una amenaza al orden establecido para la familia y la sociedad.

Las personas LGBTI+ refugiadas y migrantes entrevistadas son mayoritariamente jóvenes (59%) y algunas tienen estudios técnicos o universitarios (40%). En los países de acogida, más de la mitad trabajaban, al momento de la entrevista o el grupo focal, en la economía informal (por cuenta propia, en la oferta de servicios o en las ventas ambulantes). La mayoría enfrenta o ha enfrentado situaciones de explotación, abuso y desigualdad, entre otras violencias. Además, la discriminación y actitudes xenófobas les ha afectado de forma diferenciada. Por ejemplo, las mujeres trans han sufrido una mayor vulneración de derechos y desprotección, mientras que las personas lesbianas, gays o bisexuales han tenido que ocultar su orientación sexual para evitar ser discriminadas.

Las personas que participaron en la investigación coinciden en que han tenido que abandonar su país debido a la inseguridad, persecución y amenazas de las que fueron víctimas. El 37% de ellas afirma no tener ninguna red de apoyo a la que acudir en momentos de dificultad. En un 12 %, el sentimiento de soledad, de ir a la deriva, trae pensamientos suicidas y depresión. Adicionalmente, el 51 % de ellas se encuentra en una situación irregular, sin ningún tipo de documentación o permiso de permanencia en los países de acogida. Esta situación imposibilita el acceso formal a derechos sociales y servicios básicos y, a la vez, expone a las personas a riesgos como la explotación laboral y sexual, el tráfico y la trata de personas , entre otras violencias.

Durante la pandemia de COVID-19, estos riesgos se exacerban aún más. Las personas LGBTI+ enfrentan desalojos, la incapacidad de cubrir sus necesidades básicas por falta de opciones laborales, la exposición a situaciones de abuso, violencia y discriminación, entre muchos otros riesgos.

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