Education cannot wait realiza un llamamiento por 116 millones de dólares para ampliar el apoyo a los niños, niñas y jóvenes refugiados venezolanos

(Nueva York, 5/4/2021) La Educación No Puede Esperar anuncia una subvención adicional de 1,5 millones de dólares para acelerar los efectos de los 27,2 millones que el Fondo destina a las respuestas plurianuales educativas en situaciones de emergencia para los niños y jóvenes refugiados, migrantes y de las comunidades de acogida en Colombia, el Ecuador y el Perú.

Esta nueva asignación de ECW da continuidad a las subvenciones catalíticas por valor de 27,2 millones de USD anunciadas en diciembre de 2020. La financiación apoya los programas de resiliencia plurianual en Colombia, el Ecuador y el Perú que tienen como objetivo garantizar el acceso continuo a una educación de calidad inclusiva y equitativa para más de 350.000 niños y jóvenes vulnerables.

“Aplaudimos la oferta de protección temporal a los venezolanos que acaba de anunciar Colombia, y esperamos que la subvención de La Educación No Puede Esperar ayude a poner en práctica este notable avance y anime a otros países de la región a seguir su ejemplo. La financiación de la educación de los refugiados es un imperativo moral y político para todos los líderes mundiales en el siglo XXI”, destacó el Muy Honorable Gordon Brown, Enviado Especial de las Naciones Unidas para la Educación Mundial y Presidente del Grupo Directivo de Alto Nivel de La Educación No Puede Esperar.

Coincidiendo con la concesión de la nueva subvención, la Directora de La Educación No Puede Esperar, Yasmine Sherif, hizo un llamamiento a los donantes y al sector privado para que movilicen otros 116 millones de USD en apoyo a las respuestas educativas del Fondo en situaciones de emergencia que van dirigidas a los niños refugiados y de las comunidades de acogida afectados por la crisis regional de
Venezuela.

“Los líderes mundiales deben pasar a la acción y hacer frente a esta apremiante crisis humanitaria. Más de 5,4 millones de refugiados y migrantes de Venezuela han huido de su país debido a la violencia y la inseguridad. Las niñas y los niños de este grupo corren el riesgo de sufrir explotación sexual, convertirse en víctimas de la trata de personas, ser discriminados, padecer hambre y malnutrición, y de que su acceso a la escolarización se vea restringido. Si no actuamos ya, muchos nunca volverán a tener la seguridad y las oportunidades que proporciona la educación”, afirmó la Directora de La Educación No Puede Esperar, el fondo mundial para la educación en situaciones de emergencia y crisis prolongadas.

La intensificación de la crisis en Venezuela ha provocado el mayor desplazamiento forzoso de la historia de América del Sur, superado únicamente a escala mundial por el éxodo sirio. Desde 2015, un número importante de venezolanos ha huido a Colombia (2,4 millones), el Ecuador (1,5 millones) y el Perú (830.000)

La situación en Venezuela sigue empeorando y es probable que los venezolanos que buscan refugio en los Estados vecinos y en otros lugares no puedan regresar a su país de forma segura en un futuro próximo. Muchos niños y jóvenes refugiados y migrantes carecen de documentación o reconocimiento oficial, y a menudo no tienen acceso a servicios básicos como la sanidad, la educación y los servicios
sociales.

La crisis de la COVID-19 empeora todavía más las cosas. En Colombia, el Ecuador y el Perú, 28 millones de educandos se han visto afectados por el cierre de las escuelas.

Aunque los ministerios de Educación se afanan por ampliar las opciones de aprendizaje a distancia y expandir los programas educativos para absorber la afluencia de refugiados en las escuelas locales, los niños refugiados suelen quedarse atrás. Sin acceso a Internet, a computadoras y a teléfonos inteligentes, estos niños se ven privados de las oportunidades que ofrece el aprendizaje a distancia.

La nueva financiación agiliza la respuesta a la crisis de Venezuela

La nueva subvención de 1,5 millones de USD del Servicio de Aceleración de ECW servirá para respaldar los bienes públicos regionales y una visión transfronteriza que se proponen aumentar el acceso a una educación de calidad e inclusiva para los niños y jóvenes refugiados, desplazados y de las comunidades de acogida afectados por la crisis.

La iniciativa acelerará los efectos de los programas de resiliencia plurianual de ECW a escala nacional mediante el fortalecimiento de los sistemas de información sobre la gestión educacional para integrar a los migrantes y refugiados, proporcionando una plataforma para el intercambio de experiencias y buenas prácticas en toda la región, al abogar por recursos adicionales a nivel regional y mundial y
movilizándolos, y con la promoción del diálogo para la formulación de políticas positivas en materia de educación en situaciones de emergencia que garanticen el acceso a la educación en los sistemas nacionales y su calidad.

Ya se están registrando avances. Con el apoyo de ECW, los gobiernos de Colombia, el Ecuador y el Perú están tomando medidas extraordinarias para garantizar el acceso a la educación de los niños refugiados y desplazados.

Gracias a las inversiones de ECW, se proporciona a los niños unos entornos de aprendizaje seguros, un mejor acceso a la enseñanza a distancia y tecnologías que reducen la brecha digital, así como servicios psicosociales para ayudarles a superar el trauma de haber sido expulsados por la fuerza de sus hogares.

Las inversiones plurianuales de ECW en Colombia, el Ecuador y el Perú, preparadas de manera coordinada con los gobiernos, la sociedad civil, las organizaciones de las Naciones Unidas y otros asociados principales, se adecuan a los planes educativos, humanitarios y de desarrollo nacional existentes. Las inversiones abordan tanto las necesidades humanitarias inmediatas como el fortalecimiento de los sistemas, mejorando la coherencia entre las intervenciones humanitarias y para el desarrollo en el sector educativo.

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