(Ginebra, 4/12/2019) El Sub secretario para Asuntos Humanitarios y Socorro de Naciones Unidas, Mark Lowcock, durante el lanzamiento de la Panorama Humanitario Global 2020, realizó unas declaraciones donde explicaba el objetivo del plan y las crisis a las cuales brindará asistencia.
«Bienvenidos al lanzamiento del Panorama Humanitario Global para 2020. El informe, o el GHO como lo llamamos, es la evaluación más completa y basada en evidencia del mundo de las necesidades humanitarias, los requisitos y las tendencias humanitarias.
Este año, estamos emitiendo el informe simultáneamente en cinco países. Primero resumiré los principales objetivos del informe y luego pasaremos a nuestro panel de discusión.
El primer titular es que en 2019, mucha más personas necesitaban asistencia humanitaria de lo que habíamos previsto, en gran parte debido a conflictos y eventos climáticos extremos.
Cuando hablé con ustedes en esta sala hace exactamente un año, dije que pensaba que habría 146 millones de personas en el planeta que necesitarían asistencia humanitaria en 2019. Eso resultó estar mal. De hecho, han habido 166 millones de personas que necesitan de ayuda humanitaria.
Hemos recibido una respuesta generosa de donantes que apoyan voluntariamente nuestros planes de respuesta. Hasta finales de noviembre, recibimos $ 16 mil millones para apelaciones interinstitucionales. Eso es $ 2 mil millones más de lo que recibimos para el mismo período del año pasado, lo que en sí fue un récord. Por lo tanto, hemos tenido un año récord en respuesta a estas mayores necesidades. Quiero volver a registrar mi muy profundo, sicenro y personasl agradecimiento a todos los donantes que han respondido tan generosamente este año.
Este año nuevamente hemos visto una disminución en el cumplimiento del derecho internacional humanitario. Los conflictos armados están matando y mutilando a un número récord de niños. El año pasado, le dijimos que más de 12,000 niños fueron asesinados o mutilados en un conflicto en 2018. Esa fue la cifra más alta registrada, este año ha sido peor. Los niños en crisis se están convirtiendo en una generación perdida y las mujeres y niñas en particular corren un riesgo aún mayor de violencia sexual y de género. También estamos tratando de rastrear mejor de lo que lo hemos hecho en el pasado, la cantidad de personas en áreas de conflicto que sufren problemas de salud mental. Y por primera vez, en el informe de este año, hemos incluido material sobre salud mental y apoyo psicosocial a personas atrapadas en crisis.
También hemos visto un aumento alarmante de ataques contra trabajadores e instalaciones cuyo fin es ayudar a las personas cuyas vidas están arruinadas por estas crisis. En los primeros nueve meses de este año, hubo 791 ataques contra trabajadores de salud y centros de salud que resultaron en 171 muertes. Por el contrario, en 2018, 131 trabajadores humanitarios fueron asesinados y 130 secuestrados en 400 ataques. Por lo tanto, ha habido un aumento muy marcado en los ataques a las personas que realizan su trabajo diario de tratar de proteger a otras personas y estoy extremadamente preocupado por esta tendencia.
El segundo titular trata sobre los riesgos y tendencias emergentes que vemos.
El cambio climático está aumentando la vulnerabilidad de las personas a las crisis humanitarias. Trece de los 20 países más vulnerables al cambio climático son lugares en los que hemos tenido un llamamiento humanitario interinstitucional este año.
Las enfermedades infecciosas son cada vez más frecuentes y difíciles de controlar debido a conflictos, sistemas de salud débiles, agua y saneamiento deficientes y falta de acceso a las vacunas. Para darle un ejemplo de esto: en los primeros tres meses de este año, hubo un aumento del 700 por ciento en el número de casos de sarampión en África en comparación con el mismo período del año pasado.
En 2019, 33 países de bajos ingresos estaban en riesgo de sobreendeudamiento o corrían el riesgo de sufrirlo. De ellos, 12 países con llamamientos humanitarios albergan al 40 por ciento de las personas que necesitan asistencia humanitaria. Una desaceleración económica mundial podría aumentar aún más la vulnerabilidad en países que ya experimentan estrés económico y problemas de deuda.
El conflicto también es el motor principal del hambre, y había más de 820 millones de personas sin alimentos adecuados a principios de este año. Eso ha empeorado a medida que avanza el año.
El desplazamiento también ha aumentado. A principios de año, más de 70 millones de personas se vieron obligadas a huir de sus hogares debido a conflictos y persecuciones.
El tercer titular trata sobre nuestras proyecciones para 2020.
Proyectamos que el próximo año, casi 168 millones de personas necesitarán asistencia humanitaria y protección. Eso representa aproximadamente una persona de cada 45 en el planeta, y es la cifra más alta en décadas. Es realmente la cifra más alta desde que comenzamos a recopilar estos datos sobre una base comparable.
La situación seguirá empeorando a menos que el cambio climático y las causas fundamentales del conflicto se aborden mejor. Con respecto a las tendencias actuales, y establecemos estas tendencias en el informe, por primera vez tenemos una perspectiva más a medio plazo sobre las tendencias futuras. La proyección es que más de 200 millones de personas podrían necesitar asistencia para el año 2022.
Quiero decir una palabra sobre algunas de las principales crisis.
El próximo año, Yemen volverá a ser la peor crisis humanitaria del mundo, y la cantidad de personas necesitadas será similar a la de este año. La respuesta humanitaria que planeamos ejecutar será la más grande del mundo, y la ejecutaremos a pesar de los enormes desafíos operativos dentro del país. Pero estamos proyectando alguna mejora en la situación en Yemen y nuestro plan de respuesta para el próximo año en Yemen es en realidad un poco más pequeño de lo que ha sido este año.
El conflicto en Siria continúa impulsando la crisis de refugiados más grande del mundo, con más de 5.6 millones de refugiados en la región. Y, por supuesto, todavía hay más de 6 millones de sirios desplazados dentro de su propio país.
En Sudán, una crisis económica cada vez más profunda ha aumentado significativamente la inseguridad alimentaria y ha debilitado los servicios esenciales, incluidos la salud, el agua y la educación. Y quiero decir, como dije cuando terminé mi visita a Sudán la semana pasada, que creo que la comunidad internacional sería inteligente para responder más rápido y más generosamente a los problemas humanitarios emergentes en Sudán de lo que vemos en este momento. La Iglesia de Protección Social de Sudán esperaba estar con nosotros hoy para informarle sobre la situación, pero desafortunadamente hubo un terrible accidente en el que muchas personas perdieron la vida en una fábrica en Jartum ayer, por lo que tuvo que quedarse en Jartum Pero estamos buscando formas de impartir la información en la sesión informativa y la planificación de la respuesta en Sudán porque realmente estoy muy preocupado por la situación.
En el Sahel, el desplazamiento ha aumentado dramáticamente y el hambre ha alcanzado niveles críticos. En la cuenca del lago Chad, la crisis humanitaria no muestra signos de disminuir al entrar en su séptimo año.
Las necesidades también han crecido significativamente en varios otros países, incluido Afganistán, donde estamos proyectando que casi una cuarta parte de la población necesitará ayuda humanitaria el próximo año.
En Venezuela, donde estuve hace un mes más o menos, una crisis económica cada vez más profunda ha llevado a una severa reducción en los ingresos de muchos hogares y un fuerte deterioro en los servicios de agua, energía y salud a los que las personas pueden acceder, y un buen número de venezolanos se han ido. Estamos planeando un gran aumento en nuestro plan de respuesta en Venezuela el próximo año, sobre la base del progreso que hemos logrado este año para ayudar con los servicios médicos, la vacunación y la desnutrición, por lo que hemos tenido discusiones constructivas con el gobierno allí.
Las necesidades humanitarias también seguirán siendo excepcionalmente altas en la República Democrática del Congo, Somalia y Sudán del Sur.
El cuarto y último titular es sobre la respuesta que planeamos.
La ONU y las organizaciones asociadas tendrán como objetivo ayudar a casi 109 millones de las personas más vulnerables el próximo año. Hemos establecido resúmenes de los planes para hacer eso en el informe. Eso requerirá una financiación de unos $ 29 mil millones.
Este año, hemos estado tratando de recaudar un total de $ 30 mil millones. Una de las preguntas que puede tener es: si hay más personas necesitadas, ¿por qué estamos buscando menos dinero este año? La respuesta a eso es porque estamos haciendo un progreso significativo e importante en mejorar la respuesta humanitaria en un par de formas importantes. Hay mucho en el informe sobre esto. Lo primero que estamos haciendo es dirigir la asistencia a través de nuestros planes de respuesta de manera mucho más rigurosa de lo que lo hemos hecho históricamente. Y estamos prestando mayor atención, lo que se ilustra con bastante detalle en el informe, a las personas más vulnerables, especialmente las mujeres y las niñas y las personas con discapacidad. Por primera vez tenemos cobertura adicional de eso en el informe.
Lo segundo que estamos haciendo es trabajar para anticipar problemas. Con la mayoría de los problemas con los que estamos lidiando, usted recibe un poco de aviso. Con un terremoto, casi no hay aviso, tal vez 10 o 60 segundos, pero la mayoría de los otros problemas con los que estamos lidiando reciben un poco más de anticipación. Si anticipa problemas, puede tratarlos de manera más económica, más rápida y con menos sufrimiento. Hemos tenido cierto éxito al hacerlo durante 2019.
Esos son los objetivos. Esperamos poder conversar con usted sobre los detalles de todas las situaciones de los países y sus comentarios sobre el informe. Y ahora invitaré a las contribuciones de mis colegas en el panel.
Gracias.
Traducción no oficial
