(Ginebra, 31/3/ 2020) – La crisis de COVID-19 no se puede resolver solo con medidas de salud pública y de emergencia; todos los demás derechos humanos también deben abordarse, dijeron hoy expertos en derechos humanos de la ONU .
“Todos, sin excepción, tienen derecho a intervenciones que salvan vidas y esta responsabilidad recae en el gobierno. La escasez de recursos o el uso de planes de seguro públicos o privados nunca deberían ser una justificación para discriminar a ciertos grupos de pacientes ”, dijeron los expertos. “Toda persona tiene derecho a la salud.
“Personas con discapacidad, personas mayores, comunidades minoritarias, pueblos indígenas, personas desplazadas internamente, personas afectadas por la pobreza extrema y que viven en entornos superpoblados, personas que viven en instituciones residenciales, personas detenidas, personas sin hogar, migrantes y refugiados, personas que usan drogas, personas LGBT y personas con diversidad de género: estos y otros grupos necesitan recibir el apoyo de los gobiernos.
“Los avances en las ciencias biomédicas son muy importantes para realizar el derecho a la salud. Pero igualmente importantes son todos los derechos humanos. Los principios de no discriminación, participación, empoderamiento y responsabilidad deben aplicarse a todas las políticas relacionadas con la salud «.
Los expertos de la ONU apoyaron las medidas recomendadas por la OMS para derrotar la pandemia. Pidieron a los Estados que actúen con determinación para proporcionar los recursos necesarios a todos los sectores de los sistemas de salud pública, desde la prevención y detección hasta el tratamiento y la recuperación.
“Pero abordar esta crisis es más que eso. Los estados deben tomar medidas de protección social adicionales para que su apoyo llegue a aquellos que corren el mayor riesgo de verse afectados de manera desproporcionada por la crisis «, subrayaron.
«Eso incluye a las mujeres, que ya se encuentran en una posición socioeconómica desfavorecida, soportan una carga de atención aún más pesada y viven con un mayor riesgo de violencia de género».
El grupo de expertos expresó su gratitud y admiración a los trabajadores de la salud de todo el mundo que luchan heroicamente contra el brote. “Se enfrentan a enormes cargas de trabajo, arriesgan sus propias vidas y se ven obligados a enfrentar dilemas éticos dolorosos cuando los recursos son demasiado escasos. Los trabajadores de la salud deben tener todo el apoyo posible de los Estados, las empresas, los medios y el público en general.
«COVID-19 es un serio desafío global», dijeron los expertos. “Pero también es un llamado de atención para la revitalización de los principios universales de derechos humanos. Estos principios y la confianza en el conocimiento científico deben prevalecer sobre la difusión de noticias falsas, prejuicios, discriminación, desigualdades y violencia.
“Todos juntos enfrentamos este desafío sin precedentes. El sector empresarial en particular sigue teniendo responsabilidades en materia de derechos humanos en esta crisis. Solo con esfuerzos multilaterales concertados, solidaridad y confianza mutua, venceremos la pandemia mientras nos volvemos más resistentes, maduros y unidos.
“Cuando llegue la vacuna para COVID-19, debe administrarse sin discriminación. Mientras tanto, como aún está por venir, el enfoque basado en los derechos humanos ya se conoce como otra vía efectiva en la prevención de las principales amenazas a la salud pública ”, concluyeron los expertos.
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