31% de las mujeres venezolanas en Chile, que fueron entrevistadas por la OIM, informaron haber perdido sus empleos a causa de la pandemia

(Santiago de Chile, 7/05/2021) La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) elaboró un nuevo informe sobre los resultados de su cuarta ronda de matriz de monitoreo de personas migrantes y refugiadas venezolanas en Chile.

Un 55 por ciento de las personas pertenecen al género femenino, un 45 por ciento al género masculino y un 1 por ciento a personas de otro género.

Respecto al modo de transporte de ingreso a Chile, un 60 por ciento señala haber ingresado por aire, es decir, a través de un aeropuerto; mientras el 40 por ciento señala haber ingresado por vía terrestre.

Del total de personas encuestadas del género femenino, un dos por ciento señala encontrarse embarazada. Cabe destacar que, aun cuando las mujeres registraron más ingresos al país vía aérea (65%), son aquellas mujeres que hicieron ingreso por tierra, las que en mayor proporción declaran encontrarse gestando (60%).

Respecto del nivel educativo de las personas encuestadas, un 75 por ciento declara haber cursado estudios universitarios, un 23 por ciento estudios secundarios, y sólo un dos por ciento estudios primarios, lo que da cuenta de una alta
escolarización de las personas encuestadas, dando indicios de un tipo de migración calificada.

Distribución y origen

Respecto a las comunas de residencia de las personas encuestadas, son las comunas de la Región Metropolitana, las que más población venezolana concentran. Dentro de estas, es la comuna de Santiago la comuna que concentra el mayor porcentaje de los residentes venezolanos/as encuestados con el 26 por ciento. Además, en esta comuna habita el 30 por ciento cuyo nivel educacional alcanza estudios superiores, y donde reside también el 31 por ciento de quienes
ingresaron a Chile a través de medios terrestres.

Le siguen en proporción las comunas pericentrales de Estación Central y San Miguel, la comuna de Maipú con una localización más periférica, así como comunas de otras regiones (Concepción, Talca, Valparaíso, Viña del Mar); las cuales, a pesar de ser comunas de otras regiones, continúan siendo
comunas-capitales de sus respectivas regiones, al igual que la comuna de Santiago.

En síntesis, analizando el resto de comunas donde actualmente reside la población venezolana encuestada, se percibe un marcado patrón de localización en comunas urbanas y pertenecientes a las ciudades de regiones más pobladas como las mencionadas, o a comunas que orbitan los centros poblados más densificados.

Por otro lado, respecto de los Estados de origen de la población venezolana encuestada, el 18 por ciento proviene del Distrito Capital y el 11 por ciento de Zuila. Le siguen en igual proporción Bolívar y Carabobo (9%); y en menor porcentaje el resto de los otros Estados que conforman la República Bolivariana de Venezuela.

Algunos de los hallazgos relevantes en relación al Estado de origen, cruzado con otras variables, se relaciona con que el 22 por ciento de los originarios de Táchira, poseen una segunda nacionalidad. Asimismo, el 60 por ciento de las mujeres venezolanas que señalaron encontrarse embarazadas al momento de la encuesta, provienen del estado de Bolívar.

Del total de personas encuestadas, un 93 por ciento considera a Chile como su destino final. Cabe descatar que de éstos, el 80 por ciento posee una segunda nacionalidad y el 96 por ciento posee estudios universitarios.

Ingreso a Chile

Respecto a la documentación utilizada para ingresar al país, un 94 por ciento lo hizo con pasaporte, seguido de aquellos que utilizaron la cédula de identidad o aquellos que no portaban documentación oficial.

Asimismo, al ser consultados sobre la fecha de su ingreso al país, un 66 por ciento señala haber llegado hace más de dos años a Chile; un 30 por ciento entre uno y dos años; y el cuatro por ciento hace menos de un año.

De igual forma, el estatus migratorio de las personas venezolanas encuestadas revela que el 48 por ciento se encuentra con visa temporal, el 17 por ciento con visa de trabajo y un 15 por ciento con Visa de Responsabilidad Democrática. Ante esta variable, los porcentajes se invierten a nivel de género masculino y femenino, ya que en el caso de los hombres, éstos concentran la segunda mayoría de su estatus migratorio en la visa de trabajo (23%), mientras que para las mujeres, la segunda mayoría corresponde a la Visa de Responsabilidad Democrática (15%). Destaca también el dato que muestra que un 10 por ciento de las personas se encuentran sin visa, situación que es más prevalente en las mujeres (12%) en relación a los hombres (8%).

Ante la pregunta acerca de la posibilidad de retornar a la República Bolivariana de Venezuela, un 48 por ciento quiere retornar, mientras que el 52 por ciento restante no desea regresar por el momento. Asimismo, del total de personas encuestada, el 30 por ciento solicitó ayuda para su reintegración económica en el país de origen.

Para las personas encuestadas, las tres principales dificultades que han encontrado en Chile son: dificultades para la regularización de su estatus migratorio (49%), falta de información (37%), y la falta de recursos económicos (36%). Asimismo, se destaca que el 36 por ciento de las personas consideran que no han tenido dificultades en Chile.

Empleo

En cuanto a la cantidad de personas que perdieron el trabajo a causa de la pandemia, se observa que esta situación afectó a un 26 por ciento del total de las personas encuestadas. Destaca el hecho que son las mujeres las que se vieron afectadas en mayor medida que los hombres. Mientras un 31 por ciento de mujeres perdieron el trabajo a causa de la pandemia, en el caso de los hombres, este porcentaje corresponde a un 19%.

Envío de remesas

El 85 por ciento de las personas encuestadas envía dinero a la República Bolivariana de Venezuela o personas en otro país de manera regular.

Asimismo, dos tercios de las personas encuestadas han seguido enviando con más o con la misma frecuencia durante la pandemia. Esta relación se invierte, sin embargo, al desagregar por género, ya que las personas del género femenino señalan con mayor frecuencia haber disminuido
el envío de remesas, mientras que las personas de género masculino envían dinero con mayor frecuencia que antes de la pandemia.

Esto resulta relevante, por cuanto es de esperar que las remesas presenten un comportamiento cíclico en relación a la crisis sanitaria, sin embargo, se observa que el porcentaje de personas que envían remesas continúa siendo alto, lo cual da cuenta de un aparente comportamiento contracíclico de las mismas.

En relación al porcentaje del total de los ingresos destinados a remesas, el 70 por ciento de las personas encuestadas envía entre un 10 y un 30 por ciento, no existiendo mayor diferencia de los montos enviados entre géneros.

Acceso a servicios

En el contexto de la pandemia, resulta relevante levantar información respecto de si las personas están accediendo a protección social, y específicamente a salud y otros beneficios asociados a diversos apoyos provistos.

Respecto al acceso a servicios de salud, en total, las personas encuestadas declaran que ante una situación de salud acuden a centros público de salud primaria como primera
opción (43% consultorio y 24% Hospitales públicos) y en menor medida a clínicas o consultas particulares; mientras que en menor porcentaje (7%) declara que prefiere no buscar asistencia y resolverlo de forma autónoma. Respecto a cómo acceden a la información sobre servicios de salud, las personas encuestadas señalan que su principal acceso es a través de sitios web (39%), mediante familiares, amigos o cercanos como segunda fuente, y en tercer lugar directamente en los centros de salud. Asimismo, un 97 por ciento declara tener acceso a salud en Chile como migrante residente; un 15 por ciento de ellos requiere de medicación diaria constante; y un 14 por ciento señala tener alguna enfermedad crónica que requiera tratamiento médico.

Respecto a las principales necesidades de protección social que las personas encuestadas consideran más relevantes, señalan, en orden decreciente, el acceso a salud (93%), a vivienda (89%) y a alimentos (77%). De igual forma, un 52 por ciento se encuentra inscrito en el Registro Social de Hogares del Ministerio de Desarrollo Social, y el 60 por ciento reconoce haberse inscrito antes de la pandemia COVID-19,
mientras que un 48 por ciento no lo ha hecho aún. Ante la pregunta respecto de por qué no están inscritos, el 62 por ciento declara que por falta de información; sin embargo, un 18 por ciento informa que es por no contar con la cédula de identidad chilena.

Efecto de la pandemia

La mitad de las personas encuestadas que se mantienen activas laboralmente, declaran que la empresa para la que trabajan o trabajaban se acogió a la Ley de Protección del Empleo durante la pandemia. Sin embargo, es igualmente elevado el porcentaje de personas que lo desconocen (23%) por sobre las que están en conocimiento de que sus empleadores no se habrían acogido a dicha Ley (27%).

Por otro lado, un cuarto de las personas que se encontraban laborando, perdieron su trabajo a causa de la pandemia por COVID-19 (26%). Sin embargo, la brecha de género es más acentuada en este punto, donde casi un tercio de mujeres perdieron su trabajo (31%) sobre apenas un 19 por ciento de hombre.

Un 60 por ciento de las personas encuestadas declara estar teniendo dificultades durante la pandemia. Asimismo, una mayoría (29%) señala haber tenido dificultades para continuar con el trabajo y otras actividades económicas comerciales, seguido de dificultades para enviar o recibir remesas desde el exterior (17%), ya que el 58 por ciento del total de ellos perdió su trabajo durante la pandemia.

En total, sólo el 29 por ciento recibió el Bono correspondiente al Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), mientras que el 71 por ciento restante no lo recibió. Asimismo, respecto a la obtención de otro tipo de ayuda recibida durante la pandemia, sólo el 28 por ciento señala haber recibido apoyo, siendo alimentos (59%), y apoyo monetario (30%) las ayudas más frecuentes. Dichas ayudas habrían provenido de
instituciones estatales como el Gobierno (47%) y los municipios donde residen (46%).

En síntesis, si bien existe un porcentaje menor de personas encuestadas que han podido acceder a determinados beneficios sociales durante la crisis generada por la pandemia COVID-19, en general, la mayor parte de ellas se ha visto perjudicada por los efectos de la pandemia, debiendo valerse de sus propios recursos para sobrellevar la crisis.

Finalmente, del total de personas encuestadas que reconocen haber recibido algún tipo de apoyo (28%), las mismas declaran que éste, en su mayoría, provino del Gobierno (47%) y de la Municipalidad (46%). En menor medida, declaran que el apoyo provino de ONG’s (2%) y de redes de apoyo vecinales (2%).

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