46% de los NNA venezolanos en Tumbes que desertaron de la escuela fue por motivos económicos

(Perú, 08/09/2020) Los últimos fenómenos de movilidad humana sin precedentes que se viven en Sudamérica han
visibilizado los retos y capacidades de los países receptores para poder atender las necesidades de una población altamente vulnerable en la región. La última actualización de la Plataforma de Coordinación para Refugiados y Migrantes de Venezuela (R4V) estima que no menos de 5,202,270 millones de personas han salido de Venezuela en los últimos años. Esta situación ha desencadenado la reflexión acerca de los desafíos y oportunidades para la población migrante y su integración en distintas comunidades de acogida, principalmente en los países transfronterizos.

El Perú es, hasta la fecha, el segundo país, después de Colombia, en ser receptor de población venezolana migrante. Dentro de este fenómeno migratorio, los niños, niñas y adolescentes se han transformado en nuevos actores debido a su alta vulnerabilidad y a las condiciones previas de los países de acogida que han afectado a su desarrollo general.

La limitada oferta educativa, los porcentajes de atraso escolar y la deserción estudiantil son elementos claves para reconocer la situación educativa de la población migrante que llega al Perú. Según los últimos datos de la Ronda 7 de la DTM para población que ingresa al país, 1 de cada 3 niños, niñas y adolescentes en plena edad escolar no fueron inscritos en el último periodo escolar, de los que sí fueron inscritos, alrededor del 9% fue retirado de la institución educativa antes de finalizar el año. Desde el Estado peruano se promueve el acceso a la educación a través del MINEDU, ente rector encargado de dictar normas y establecer las medidas necesarias para garantizar a la persona
extranjera acceso a servicios educativos públicos, incluidas las personas en situación migratoria irregular. De esta manera, abordar las dificultades de la población migrante en etapa escolar no debe ser evaluada desde el estatus migratorio, sino de los retos que dificultan el acceso y permanencia de los niños, niñas y adolescentes a servicios educativos de calidad y respeto total de sus derechos.

En respuesta a este contexto, la Gerencia Regional de Desarrollo Social, la Dirección Regional de Educación del Gobierno Regional de Tumbes y la OIM, en un trabajo conjunto, aplicaron una encuesta a familias migrantes
residentes con niños, niñas y adolescentes matriculados en las principales instituciones educativas de la provincia de Tumbes. De esta manera, se busca conocer la situación de los niños y niñas así como sus familias y de esta forma evidenciar las brechas y posibles puntos de trabajo para el acceso y garantía de derechos de población migrante en la región.

Perfil de los NNA matriculados en instituciones educativas de Tumbes

Las últimas cifras de la Matriz de Monitoreo de Flujos (DTM por sus siglas en inglés) indicaron que después de Lima y La Libertad, las regiones del Perú con mayor intención de residencia por parte la población venezolana migrante son Tumbes, Lambayeque y Piura. Asimismo, dentro de estos flujos migratorios, el 60% de personas se encuentran viajando con sus grupos familiares, en la mayoría de casos con presencia de niños, niñas y adolescentes en plena edad escolar. Al tratarse de una migración joven, las personas menores de edad, en su mayoría, se encuentran en nivel primario o pre-escolar y requieren acceder a servicios educativos dentro de sus comunidades de acogida.

Presencia demográfica de NNA en Tumbes

Según la información gestionada por la Sub Gerencia de Inclusión Social del Gobierno Regional de Tumbes, para el año 2019 en la región se encontraban matriculados un total de 1246 niños, niñas y adolescentes extranjeros, el 96.7% fueron de nacionalidad venezolana mientras que con una presencia menor encontramos población ecuatoriana y colombiana.

La provincia que concentra mayor población escolar venezolana es Tumbes (53.5%), seguido de Contralmirante Villar (23.7%) y Zarumilla (22.9%). A nivel local, los distritos que albergan mayor cantidad de niños, niñas y adolescentes venezolanos en sus principales instituciones educativas son: Tumbes (45.4%), Zarumilla (12.6%), Máncora2 (8.6%), Corrales y La Cruz (7.9%), Aguas Verdes (6.9%), Zorritos (3.2%), Cancas (2.8%), entre otros.

Hasta finales del año 2019, la población de NNA masculina matriculados en los centros educativos de Tumbes ascendía al 54% del total mientras que la población femenina representaba al 46%, lo cual es un indicador probable de que los roles de género influyen en el acceso de las niñas al sistema educativo. El grupo etario más amplio son los niños y niñas de 3 a 5 años en el nivel pre-escolar o inicial, representando el 31.5% del total del alumnado registrado. Después de ellos, la edad del 27.4% de niños y niñas oscila entre los 6 a 8 años y el 19% tiene entre 9 a 11 años. Finalmente, el 20.9% de matriculados tiene entre 12 a 17 años.

Situación de los educativa de los NNA en Tumbes según las personas encuestadas

Las niñas, niños y adolescentes migrantes aún encuentran obstáculos para su inclusión educativa en la ciudad de Tumbes. De acuerdo con la información recogida, el 12.2% de familias tuvo dificultades durante la inscripción en la institución educativa. Entre estas, la mitad reportó que las vacantes eran limitadas (50%). Carecer de la documentación necesaria para la matrícula también fue un inconveniente (18.2%),
además de desconocer cómo funcionaba el sistema educativo (13.5%). El acceso a los centros educativos también ha sido limitado por desconocimiento o rechazo al acceso de matrícula de menores extranjeros. Entre las familias que tuvieron dificultades, el 18.5% reportó que su nacionalidad fue inconveniente para la inscripción.

En cuanto a la convivencia de niñas, niños y adolescentes, el 82.8% de familias han participado en actividades de integración socio culturales dentro de su centro educativo. Las actividades mencionadas fueron sobre todo celebraciones de la institución educativa, fechas emblemáticas del país o la región y fechas de celebración o conmemoración internacionales. La gran proporción de asistencia a estas actividades presenta una oportunidad para promover la integración y convivencia escolar con las comunidades de acogida. Asimismo, las personas encuestadas afirmaron asistir de manera activa a las reuniones de la Asociación de Madres y Padres de Familia de la institución educativa (92.8%).

Dentro de los centros educativos, las niñas, niños y adolescentes han podido acceder a servicios como la atención en salud y apoyo psicopedagógico. En el caso de los servicios de salud, más de la mitad ha tenido acceso a la salud (59.4%), principalmente a través de campañas de vacunación gratuitas organizadas por la Dirección Regional de Salud de Tumbes. En el caso de los servicios psicopedagógicos, solo la cuarta parte de estudiantes accedió a estos (26.7%). En distritos como Puerto Pizarro y Andrés Araujo nadie recibió esta atención, mientras que en Corrales solo el 6.2%. Solo en el distrito de Tumbes el 30.2% pudo contactar a un especialista en su centro educativo.

Sin embargo, también se presentan problemáticas que ponen en riesgo el mantenimiento en el sistema educativo de las niñas, niños y adolescentes migrantes. Alrededor de uno de cada tres estudiantes venezolanas/ os manifestó haber sufrido acoso escolar o bullying (31.1%).

La incidencia del acoso fue más frecuente en el distrito de Puerto Pizarro (55.6%), donde la proporción de estudiantes de Venezuela es menor que en los demás distritos. Esto podría indicar que los distritos con menos cercanía a personas migrantes tienen mayores actitudes de rechazo. En cuanto a los motivos del bullying, la nacionalidad fue el principal, reportado por 9 de cada 10 personas. Además, el acoso también tuvo como base la situación socioeconómica (21.4%) o el sexo (8.9%) de las y los estudiantes. Estas variables no actúan de forma independiente, sino en simultáneo.

Respecto a la asistencia regular a su centro educativo, un 3.3% manifestó que los menores asisten de manera irregular a la escuela. Entre este grupo, el 50% comentó que el motivo era que no se adaptaban a la escuela, mientras que el 16.7% mencionó que se
debía al acoso escolar. También cabe precisar que un 16.7% no asiste de forma regular por enfermedad y 16.7% por actividades laborales, lo cual evidencia un clara vulnerabilidad de los niños y niñas escolarizados frente al trabajo infantil.

Por último, la deserción escolar también es una problemática frecuente entre niñas, niños y adolescentes de Venezuela. El 14.4% mencionó haber dejado de estudiar por algún periodo desde su llegada a Tumbes. La razón principal fue tener dificultades económicas, casi en la mitad de los casos (46.2%). También se mencionaron otras dificultades como haber llegado después del inicio del año escolar (19.2%), no contar con la documentación necesaria
(15.4%), desconocer el funcionamiento del sistema educativo (11.5%) y la insuficiencia de cupos en el colegio (7.7%).

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