ACNUR advierte que la llegada del invierno en el sur de la región aumentará las dificultades para los venezolanos

(Buenos Aires, 9/6/2021) ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, advirtió que el inicio del invierno, agravado por los efectos devastadores de la COVID-19, representa una amenaza directa para la salud y los medios de vida de los refugiados y migrantes venezolanos en el sur de América Latina.

El ACRNU indica que casi dos millones de refugiados y migrantes venezolanos se han asentado en Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay, Perú y Uruguay., y agrega que algunos de estos países se encuentran entre los que tienen la mayor cantidad de infecciones y muertes por COVID-19 a nivel mundial. «La mayoría de los venezolanos han sido incluidos en las respuestas nacionales de salud, pero con los hospitales funcionando a plena capacidad, el acceso al tratamiento para otras enfermedades, incluidas las asociadas con la temporada de invierno, se ha vuelto cada vez más difícil», señaló.

A su vez, el ACNUR indica que las medidas de prevención del COVID-19 también han tenido un impacto socioeconómico severo en los países de la región, y los refugiados y los migrantes se han visto particularmente afectados, ya que se estima que la gran mayoría de los venezolanos de la región perdieron sus trabajos durante la pandemia, principalmente en la economía informal. «A medida que bajan las temperaturas, los venezolanos se enfrentan a un aumento de la pobreza, los desalojos y los riesgos de protección. Muchos no pueden permitirse comprar calentadores, combustible, ropa y medicinas, y las familias están reduciendo su ingesta de alimentos», alerta la Agencia de Naciones Unidas.

Además, el ACNUR advierte que mientras la COVID-19 continúa devastando la región, la llegada del invierno amenaza con exponer a los venezolanos a penurias indescriptibles. La desesperación ya se está profundizando y los mecanismos de afrontamiento negativos van en aumento ”, dijo Juan Carlos Murillo, Representante de la Oficina Regional para el Sur de América Latina. «A pesar de los encomiables esfuerzos de los países anfitriones para reducir el sufrimiento, se requiere más apoyo para hacer frente a las crecientes necesidades», asegura el ACNUR.

«A pesar de los prolongados cierres fronterizos, los venezolanos continúan caminando por las carreteras hacia los estados andinos y Brasil en busca de seguridad y un lugar para establecerse. En toda la región, ACNUR está intensificando sus esfuerzos para ayudar a los venezolanos a sobrellevar el inicio del invierno», resalta.

El ACNUR señala que en Perú el invierno llegó a principios de este año, y las comunidades de gran altitud experimentaron temperaturas bajo cero y nevadas, por lo que se ha priorizado el apoyo en áreas de alto riesgo y gran altitud, como Puno, Cuzco y Arequipa, mediante la distribución de más de 13.000 mantas térmicas durante la temporada de invierno, junto con kits de higiene.

A su vez, en Chile, con tormentas eléctricas, fuertes lluvias y temperaturas bajo cero ya han azotado el centro y sur del país. A lo largo de la frontera norte del país, donde los venezolanos llegan a pie sin ropa adecuada, las temperaturas nocturnas ya están muy por debajo del punto de congelación, ante esta situación ACNUR asegura que está trabajando para proporcionar 1.000 kits de invierno y 8.600 mantas térmicas, alojamiento de emergencia, asistencia en efectivo y vales electrónicos para la compra de calentadores, combustible y ropa de invierno. Los kits de invierno también se distribuirán en varias ciudades de Argentina, Bolivia y Uruguay, especialmente en las zonas fronterizas, ya que el clima frío azota la región en las próximas semanas.

Mientras Brasil está experimentando una ola severa de infecciones por COVID-19, la región de Amazonas se ha visto afectada por fuertes tormentas, lo que resultó en las peores inundaciones desde 1902 que han dañado la infraestructura humanitaria y han desplazado a miles de brasileños y venezolanos por igual, por lo que el ACNUR ha proporcionado alojamiento seguro a los desplazados y está ayudando a reconstruir las estructuras dañadas. También ha mejorado el sistema de drenaje en los refugios y ha entregado mosquiteros y lámparas solares. La ropa de invierno debe distribuirse en las regiones del sur y centro del país para ayudar a los venezolanos a hacer frente a las bajas temperaturas.

En aras de la próxima Conferencia Internacional de Donantes para refugiados y migrantes de Venezuela, organizada por Canadá el jueves 17 de junio, el ACNUR llamó a los países para que se comprometan a apoyar. «Es alarmante que el Plan de Respuesta Regional para los refugiados y migrantes de Venezuela (RMRP) siga teniendo una financiación insuficiente» advierte el ACNUR.

Fuente oficial