Banco Mundial evaluó el impacto de la migración venezolana en cuatro países de la región

(Washington D.C., 27/02/2024) El Banco Mundial ha realizado un estudio sobre los beneficios que ha aportado la migración de personas venezolanas en 4 países de la región: Colombia,  Ecuador, Perú y Chile.

La migración genera beneficios

Si se gestiona bien, el creciente número de venezolanos podría representar una oportunidad de desarrollo, tanto para ellos mismos como para los países de acogida. Entre los beneficios potenciales para los migrantes figuran las oportunidades económicas, el acceso a servicios públicos como la educación y la salud, y escapar de la violencia y la opresión de sus países de origen. Entre los potenciales beneficios para los países de acogida, se encuentran, una mayor oferta de mano de obra (sobre todo en sectores en los que ésta escasea), una fuerza laboral más calificada y una base de contribuyentes más amplia (Banco Mundial 2019). Con el tiempo, los migrantes pueden aumentar la productividad del país de acogida, sobre todo si se les permite trabajar en una ocupación acorde con sus calificaciones y experiencia en el sector formal (Banco Mundial 2023).

El flujo de venezolanos ha tenido un efecto positivo en el crecimiento económico de los países de la región, gracias a la oferta adicional de mano de obra y al impulso de la demanda. Estimaciones recientes muestran que los flujos migratorios desde Venezuela impulsarían el crecimiento del PIB entre los principales países receptores de ALC, con valores promedios de 0.10-0.25 puntos porcentuales anuales entre el 2017 y el 2030 (FMI 2022). En buena medida, este resultado obedece al aumento de la oferta de mano de obra (e incluso, capital humano) que, a largo plazo, eleva la demanda agregada y los ingresos fiscales.

En el largo plazo, los beneficios de la migración suelen compensar los costos asociados con la llegada e integración de estos flujos (FMI 2022). Algunos estudios también encuentran efectos positivos en el mercado laboral. De acuerdo a Morales y Pierola (2020) un aumento de 1.0 punto porcentual en la proporción de venezolanos en Perú incrementa la probabilidad de conseguir empleo en 1.5 puntos porcentuales entre los trabajadores con educación terciaria fuera del sector de servicios. Groeger, LeónCiliate y Stillman (2022) también encuentran evidencia que la llegada de venezolanos a determinados lugares de Perú se traduce en un aumento en el nivel de empleo de los mismos.

La migración también tiene efectos negativos

La llegada de migrantes puede perjudicar a algunas personas en el país de acogida, sobre todo a los trabajadores que compiten con los migrantes por los mismos puestos de trabajo, y además puede representar una carga fiscal a corto plazo. El incremento de la mano de obra disponible también podría provocar una caída de los salarios a corto plazo. Los estudios de Brasil (Zago 2020), Colombia (Lebow 2022), Ecuador (Olivieri et al. 2021) y Perú (Morales y Pierola 2020) revelan que los salarios de los trabajadores con menor nivel educativo y de los trabajadores informales son los más propensos a disminuir, pero el efecto es modesto y de corto plazo. Los efectos negativos sobre el margen intensivo (cuántas horas semanales se trabajan) son escasos o nulos. El FMI (2022) estima que el éxodo venezolano aumentó los costos fiscales en un 0.1 por ciento del PIB de Chile y un 0.5 por ciento en Colombia, otro efecto negativo a corto plazo.

Los beneficios netos dependen de las políticas públicas y de los arreglos institucionales de los países de acogida

Cuando las habilidades de los migrantes corresponden a las necesidades del mercado laboral de los países de destino, los beneficios económicos de la migración podrían ser sustanciales si las políticas públicas y el diseño institucional favorecen el desarrollo.

Los países receptores deben intentar materializar dichos beneficios mediante la inclusión económica de los migrantes al mercado laboral, el fomento de la cohesión e inclusión social, la prevención de la segregación y la provisión de acceso a servicios básicos como la educación y la salud. También deben abordar las posibles repercusiones negativas sobre los ciudadanos nacionales. La respuesta debe plantearse a largo plazo, ya que muchos venezolanos expresan su deseo de permanecer en los países de acogida por periodos prolongados y no hay señales de que la situación en Venezuela cambie en el corto plazo.

El perfil socioeconómico de los venezolanos puede contribuir a definir las políticas públicas

El presente informe pretende enriquecer e informar las políticas públicas y los arreglos institucionales de los países de acogida con el fin de maximizar los beneficios para la sociedad, incluyendo a aquellas personas que migran por diversos motivos. La migración es un fenómeno complejo, en el que el derecho internacional (humanitario) es fundamental para comprender los flujos migratorios y evaluar las obligaciones jurídicas de los países de destino. En vez de ofrecer un diagnóstico exhaustivo sobre la migración venezolana, el presente informe se centra en los desafíos y las oportunidades económicas creadas por los flujos migratorios venezolanos, al tiempo que reconoce la importancia de la perspectiva humanitaria en la formulación de políticas públicas.

El informe presenta un perfil socioeconómico detallado de los venezolanos en Chile, Colombia, Ecuador y Perú. Utiliza datos de las encuestas nacionales de hogares con el fin de comparar los perfiles de los venezolanos con los locales de cada país de acogida, para contribuir al debate público. El informe también describe la forma en que los venezolanos perciben el proceso migratorio, la discriminación que experimentan y el grado de integración en diversas actividades sociales.

Los venezolanos difieren de la población en el país de acogida en varios aspectos. En los cuatro países, la proporción de venezolanos en el “apogeo” de la edad de trabajar (25-45 años) es mayor que entre los ciudadanos locales, especialmente en Chile. La composición por género de los venezolanos es similar a la de la población local, con un ligero predominio de mujeres y niñas en Ecuador y Perú. En todos los países, salvo Chile, la mayoría de los venezolanos están casados o viven en unión libre.

En todos los países, los venezolanos tienen un mayor nivel educativo y, con la excepción de Colombia, tienen más probabilidades de encontrar empleo que la población local. En promedio, los venezolanos tienen estudios secundarios completos (al menos 12 años de educación), es decir, dos años más, en promedio, que la población local. La proporción de venezolanos con estudios superiores es del 65 por ciento en Chile y se acerca al 50 por ciento en Ecuador. Existe demanda por mano de obra venezolana en los mercados laborales locales: en Ecuador, Perú y Chile, más del 80 por ciento están empleados (en Colombia, cerca del 63 por ciento). Sin embargo, a menudo desempeñan trabajos de menor calificación que los que tenían en Venezuela, probablemente porque sus títulos académicos no son reconocidos en los países receptores.

La contribución de los venezolanos a la economía podría ser mayor si se pudiera aprovechar por completo las competencias y calificaciones en los países de destino.

La mayoría de los venezolanos afirman haber abandonado su país por motivos económicos y haber migrado en familia. La mayor parte de los venezolanos en Chile y Ecuador, de los cuales se dispone de información sobre los motivos de migración, afirman haber salido de Venezuela por razones económicas, incluyendo la falta de oportunidades de empleo. La mayoría de venezolanos en Colombia y Ecuador reporta haber migrado en familia (65 y 57 por ciento respectivamente).

La mayoría de los venezolanos expresan su deseo de permanecer en el país en el que se han establecido. Pocos venezolanos reportan participar en actividades sociales en sus países de acogida (la mayoría de los que sí lo hacen, participan en actividades religiosas), sin embargo, entre el 26 y el 40 por ciento declaran haber sufrido discriminación, cifra que es mayor entre los venezolanos más jóvenes y las mujeres.

Fuente: Banco Mundial