El MMC evaluó la asistencia humanitaria brindada a los venezolanos en Colombia y Perú durante la pandemia

(Ginebra, 25/01/2021) El Mixed Migration Center  (MMC) elaboró un snapshot donde un análisis sobre cómo las tendencias en la asistencia necesitada y recibida por las personas refugiadas y migrantes venezolanas en Colombia y Perú ha cambiado desde que empezó la crisis originada por el COVID-19. Tiene el propósito de contribuir a la construcción de una base sólida de evidencias para orientar las respuestas
en el terreno, así como los esfuerzos de incidencia relacionados con la situación de las personas migrantes y refugiadas durante la pandemia de coronavirus.

Los resultados presentados en este snapshot son indicativos: la composición de la muestra varió ligeramente cada mes y no se ha ponderado, y podría por lo tanto ser la causa de algunas de las diferencias en los hallazgos. La adaptación de la recolección de datos de 4Mi a las restricciones impuestas por el COVID-19 ha incluido referencias de potenciales encuestados por parte de ONG que entregan asistencia en efectivo, lo cual significa que las personas que reciben asistencia seguramente constituirán un porcentaje de la muestra: el porcentaje de venezolanos que están recibiendo esta ayuda específica entre la población general de personas refugiadas y migrantes es probablemente menor que en  los hallazgos del MMC.

El análisis se basa en 2.260 encuestas realizadas entre el 6 de abril y el 30 de octubre de 2020. La recolección de datos se llevó a cabo principalmente de forma remota, por teléfono, excepto en una zona en Colombia donde los encuestadores de 4Mi reanudaron
las encuestas presenciales en octubre.

El 73% de los encuestados fueron entrevistados en Colombia y el 27% en Perú. El 25% de los encuestados en Colombia se encontraba en la capital del país, Bogotá, el 20% en Ipiales, el 19% en Riohacha, el 13% en Barranquilla, el 9% en Cúcuta y el 14% restante en otras 16
ciudades. El 62% de los encuestados en Perú estaban en Lima, el 30% en Arequipa y el 8% restante en otras seis ciudades. La distribución exacta de los encuestados en las distintas ubicaciones varió ligeramente de un mes a otro.

El 71% de todos los encuestados eran mujeres y el 29% eran hombres. La proporción de mujeres y hombres se mantuvo igual de abril a octubre de 2020. La edad promedio de los encuestados fue de 33 años.

Medidas de prevención durante el brote de COVID-19

Colombia y Perú buscaron contener la propagación del COVID-19 adoptando medidas de prevención, incluyendo restricciones temporales a la libertad de movimiento. En ambos países, las medidas de mitigación del COVID-19 restringieron fuertemente la movilidad dentro del país e impactaron la economía. Posteriormente, esas restricciones se levantaron parcialmente, según diferentes modalidades en los dos países. En Colombia, el aislamiento obligatorio comenzó el 24 de marzo y finalizó el 1 de septiembre. En Perú, el gobierno anunció el confinamiento el 15 de marzo de 2020 y lo extendió hasta el 30 de junio.

Como se indicó en un snapshot previo, la crisis y las medidas adoptadas por las autoridades nacionales y locales para prevenir la propagación de la pandemia tuvieron un fuerte impacto adverso para las personas refugiadas y migrantes, en particular en lo que concierne al acceso al trabajo.

Dado que la mayoría de los venezolanos en Colombia y Perú trabajan en la economía informal, quedarse en casa cumpliendo con el aislamiento obligatorio a menudo conlleva a una pérdida de ingresos, impactando negativamente sus condiciones de vida y su acceso a los servicios básicos.

92% de los encuestados informó necesitar ayuda extra desde que empezó la pandemia

En abril, poco después de que la pandemia llegase a América Latina, el 89% de los encuestados informó que necesitaba ayuda adicional. A pesar del levantamiento parcial de las restricciones relacionadas con el COVID-19, iniciado desde julio en Perú y septiembre
en Colombia, este indicador se ha mantenido muy alto, e incluso ha aumentado, llegando a casi la totalidad de los encuestados (97%) en octubre.

Las diferencias entre los dos países de entrevista parecen haber desaparecido con el tiempo. En abril, el 78% de los encuestados en Perú informaron que necesitaban ayuda adicional, un 11% menos que en Colombia. En octubre, la cifra era la misma en ambos países.

Se le preguntó a los encuestados qué tipo de asistencia necesitaban. El análisis de la tendencia mensual de las diferentes opciones de respuesta muestra que la necesidad de asistencia para cubrir las necesidades básicas (comida, agua, vivienda) disminuyó con el tiempo, de ser mencionada por el 88% de los encuestados en abril al 72% en octubre.

Los otros tipos de asistencia, por el contrario, muestran una tendencia al aumento. La necesidad de ayuda en efectivo, por ejemplo, se volvió gradualmente tan importante como lo fueron las necesidades básicas durante los primeros cuatro meses de la pandemia. La necesidad de asistencia para acceder al trabajo y a medios de vida también aumentó durante los últimos tres meses del conjunto de datos analizados, indicando que a los refugiados y migrantes les gustaría ir más allá de la fase de asistencia de emergencia y poder mantenerse a sí mismos, especialmente desde cuando las restricciones relacionadas con el COVID a la libertad de movimiento y a las actividades económicas se levantaron.

Estas tendencias son similares en los dos países de entrevista, pero son más pronunciadas en Perú. Mientras que, en Colombia, la proporción de encuestados que reportaron requerir asistencia para cubrir sus necesidades básicas disminuyó de 89% en abril a 80% en octubre, en Perú disminuyó de 84% a 53% durante el mismo período. La necesidad de efectivo aumentó del 59% al 72% entre abril y octubre en Colombia y del 64% al 93% en Perú.

Cuando se les preguntó para qué necesitarían asistencia en efectivo, los encuestados entrevistados entre julio y octubre indicaron consistentemente el pago del alquiler como objetivo principal. Las personas refugiadas y migrantes en Colombia y Perú a menudo se han enfrentado al riesgo de ser desalojadas de sus viviendas durante la pandemia.

Los encuestados entrevistados durante esos cuatro meses también mencionaron la necesidad de efectivo para cubrir otras necesidades básicas: comprar alimentos fue el segundo propósito mencionado con más frecuencia, seguido por agua y saneamiento y el acceso a los servicios de salud. El envío de remesas a familiares en Venezuela fue el quinto propósito mencionado con mayor frecuencia para la necesidad de ayuda en efectivo durante este período.

Los resultados mensuales muestran un aumento gradual en la proporción de encuestados que recibieron asistencia, del 31% en abril de 2020 al 66% en octubre, siendo septiembre el pico, con el 72% de los encuestados que recibieron ayuda adicional. Sin embargo, todavía quedan brechas considerables entre la proporción de encuestados que necesitaron asistencia adicional y aquellos que la recibieron.

Los datos recopilados sobre el tipo de asistencia recibida por los encuestados parecen reflejar el tipo de asistencia que necesitaban. El principal tipo de asistencia recibida por las personas refugiadas y migrantes entrevistadas entre abril y octubre ha sido la cobertura de necesidades básicas como comida, agua y vivienda, seguida de la asistencia en efectivo.

Estos dos tipos de asistencia recibida siguieron tendencias opuestas a lo largo del tiempo: hubo un aumento en la asistencia en efectivo reportada y una caída en el apoyo con necesidades básicas desde agosto.

Los encuestados mencionaron haber recibido otras formas de asistencia, aunque las proporciones continuaron siendo muy bajas durante todo el período de recolección de datos: esto incluyó equipo de protección personal (7% de todos los encuestados), información sobre el virus (5%) y asistencia para acceder a los servicios de salud (5%).

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