ONG internacionales implementaran programa educativo en Colombia que permitirá a casi mil niños y niñas venezolanos migrantes acceder a una educación de calidad

(Bogotá, 13/11/2019) Desde hace cinco años, inicio del fenómeno migratorio venezolano, cientos de niños, niñas y adolescentes han visto vulnerado su derecho a la educación, consecuencia de la crisis económica, política y social de su país natal. Actualmente, según el último informe de Migración Colombia, el país ha dado acogida a 1.500.000 personas venezolanas impactadas por la emergencia, de ellos 558.454 niños, niñas y adolescentes quienes han perdido su estabilidad educativa.

Es por ello que, Save the Children junto a la Fundación PLAN, World Vision y el Consejo Noruego para Refugiados, de la mano del Fondo Mundial Education Cannot Wait – EWC (La educación no puede esperar) se unieron para desarrollar esta iniciativa con la que se busca dar acceso a una educación de calidad a 969 niños, niñas y adolescentes migrantes y 1.000 docentes en los departamentos de la Guajira, Norte de Santander, Arauca, Bolívar, Atlántico y Magdalena.

“Este proyecto, que tendrá una periodicidad de un año, es de vital importancia porque permitirá a los niños, niñas y adolescentes, quienes han sido víctimas del fenómeno migrante, poder acceder a una educación de calidad, posibilitando que se eduquen en las aulas e impactando directamente en el desarrollo de sus vidas en el presente y futuro. Bajo ningún contexto se debe permitir la desescolarización de los niños, niñas y adolescentes, más aún por consecuencia de las decisiones que tomamos los adultos”, manifiesta la directora ejecutiva de Save the Children Colombia, María Paula Martínez.

Debido a la crisis económica que sufren las familias migrantes, en su gran mayoría, los niños y niñas ven que su derecho a la educación se les niega, sumado a que se encuentran en condición de informalidad y sin un Permiso Especial de Permanencia (PEP) que les permita acceder a este servicio en Colombia.

“La crisis migratoria de Venezuela no solo ha hecho que familias enteras hayan tenido que dejar este país en condiciones precarias, sino que también ha dejado los sueños congelados de los niñas, niños y adolescentes. Debemos recordar que la educación es un derecho, pero no basta con enseñar asignaturas, sino que se debe dar garantía desde la alimentación, la protección y la calidad de forma integral”, agrega la directora ejecutiva de Save the Children Colombia.

Aunque el gobierno colombiano ha avanzado en dar atención significativa a la población venezolana, como lo fue la resolución 8470 del 5 de agosto de 2019 en la que se le otorgó la nacionalidad colombiana a los niños y niñas apátridas, en lo referente a el acceso a una educación aún se ve rezagado y muestra de ello es que solo 190.942 niños, niñas y adolescentes migrantes estudian en colegios públicos, según cifras del Ministerio de Educación Nacional.

Entre enero y julio de este año, hemos logrado llegar a 20.158 niños (10.238) y niñas (9.920) con nuestros programas de educación, salud y protección, en municipios de los departamentos de Arauca y La Guajira, y seguiremos trabajando con Education Cannot Wait para llegar a más regiones en donde la infancia y la adolescencia necesitan de nuestro apoyo y así retornarlos a la vida académica”, resalta Martínez.

Es por ello que, como parte de la implementación del proyecto en Colombia, del 10 al 13 de noviembre visitará el país la directora de Education Cannot Wait, Yasmine Sherif, para conocer de primera mano el impacto del acceso a la educación en la niñez, pese a que en 1989 la Convención de los Derechos del Niño y la Niña estableció en su artículo 28 que los niños, niñas y adolescentes tienen derecho a la educación en igualdad de oportunidades, por lo que los Gobiernos y las autoridades deben impartir la enseñanza primaria obligatoria y gratuita para todo el mundo y fomentar el desarrollo de la enseñanza secundaria.

“Nos complace recibir en nuestro país a Yasmine Sherif, quien tiene una larga trayectoria en asegurar y dar garantía educativa en países con contextos de conflicto y migración. Esta vez, el turno es para Colombia en donde se busca dar una mejor atención a los niños, niñas y adolescentes que tanto requieren y necesitan volver a las escuelas, compartir, aprender y, lo más importante, vivir sus vidas de acuerdo a la edad de cada uno y que así la migración no les arrebate sus sueños de ser doctores, profesores, ingenieros o lo que deseen a futuro en bien a la sociedad”, expresa.

“Nos alegra saber que los mecanismos de coordinación entre el Gobierno de Colombia, las agencias del sistema de Naciones Unidas y las ONG que han atendido al llamado de atender esta grave crisis migratoria ha funcionado de manera oportuna”, Yasmine Sherif, Directora de Education Can Not Wait.

En Colombia, Education Cannot Wait brindará atención en el establecimiento y rehabilitación de aulas, distribución de materiales (kits) para estudiantes y escuelas, clases de refuerzo, educación no formal, programas de desarrollo de capacidades para docentes y apoyo en los planes territoriales de formación en aprendizaje socioemocional, inclusión, lecto-escritura, aritmética, violencia basada en género.

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