(Panamá, 29/08/2019) El representante especial para los migrantes y refugiados venezolanos, Eduardo Stein, designado en conjunto por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas (ACNUR) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), llama a los países de la región a re evaluar sus políticas migratorias con el fin de no incentivar la migración ilegal.
«El número de refugiados y migrantes de Venezuela ha alcanzado los 4.3 millones y sigue aumentando todos los días. Hasta el día de hoy, no se ve un final a este movimiento de población masivo, el cual incluye un número en aumento de personas con vulnerabilidades, muchos de ellos en necesidades de protección internacional, como también un gran grupo en busca de acceso a servicios básicos y oportunidades de empleo.
Los países más afectados por este movimiento de personas están en Latinoamérica y el Caribe, en particular el región de Los Andes, donde el impacto socioeconómico del flujo proveniente de Venezuela ha sido el más extenso y de mayor alcance.
A pesar de los presupuesto ajustados, recursos decrecientes, tensiones sociales e instituciones abrumadas, países en Latinoamérica y el Caribe continuán realizando esfuerzos encomiables para brindar protección y asistencia, y para promover la inclusión social y económica de los venezolanos en el territorio. Sin embargo, aún hay un poco de dudas sobre que la situación de los refugiados y migrantes venezolanos están sobrepasando las capacidades individuales de los países y de la región
Solamente a través de una respuesta coherente, predecible y armonizada los países de la región serán capaces de enfrentar un reto humanitario sin prescedentes de dar respuesta a las necesidades del creciente número de refugiados y migrantes de Venezuela
Como representante especial conjunto del ACNUR y la OIM para los venezolanos migrantes y refugiados en la región, estoy preocupado por los límites sobre el acceso de los venezolanos a los territorios de los países receptores podría forzarlos a realizar viajes de forma irregular, llevando al tráfico y contrabando, y exarcebar sus vulnerabilidades.
Mientras se reconoce el derecho a la soberanía de los Estados para decidir que medidas tomar para permitir el acceso a sus territorios, hago un llamado a los países de la región para preservar el acceso al asilo y fortalecer los mecanismos que permiten la indentificación de las personas con necesidades internacionales de protección. Sin embargo, insto respetuasamente a los Estados a mantener políticas de ingreso flexibles, tomando en cuenta que muchos venezolanos enfrentan considerables dificultades en cumplir con los requerimientos, y para continuar regularizando y documentando a los refugiados y migrantes venezolanos, así como facilitar la reunificación familiar.
Además, respetuasamente exhorto a los países en la región a continuar articulando, coordinando y armonizando sus políticas y a intercambiar información y buenas prácticas a través del Proceso de Quito, que como grupo no vinculante ha reunido a países de América Latina y el Caribe afectados por la salida de refugiados y migrantes venezolanos. Los animo a continuar en la búsqueda de cooperación y compartir la responsabilidad en el espíritu del Proceso de Quito, la próxima reunión está planificada para el 5 y 6 de diciembre en Bogotá, Colombia.
También apelo a la comunidad internacional, incluyendo a agencias de cooperación bilateral y multilateral, instituciones financieras y actores de desarrollo, para reforzar su apoyo, incluyendo el financiera, para la población venezolana, como también para los países receptores y comunidades locales anfitrionas de venezolanos.
Traducción no oficial
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