Relatora de Naciones Unidas instó a los Estados a dar prioridad a salvar vidas durante la pandemia sobre los intereses políticos

(Ginebra, 14/12/2020) Una experta en derechos humanos de la ONU publicó hoy una serie de pautas para garantizar que la asistencia humanitaria, incluidos medicamentos, equipos médicos, alimentos y otros bienes esenciales, llegue a los países afectados por sanciones unilaterales durante el COVID-19.

Actualmente, se imponen sanciones unilaterales contra aproximadamente el 20 por ciento de los Estados miembros de la ONU, cuyas poblaciones son generalmente más vulnerables a la enfermedad que en otros países.

«Las organizaciones humanitarias se refieren a las sanciones unilaterales como el principal obstáculo para la entrega de ayuda, incluidos medicamentos, equipos médicos, kits de protección, alimentos y otros bienes esenciales», dijo Alena Douhan, relatora especial de la ONU sobre el impacto negativo de las medidas coercitivas unilaterales en el disfrute de los derechos humanos.

Agregó que las sanciones eran complejas, confusas y poco transparentes, mientras que «las exenciones humanitarias siguen siendo ineficaces, ineficientes e inadecuadas».

Douhan emitió el conjunto de 16 directrices tras una consulta de expertos de dos días con los principales grupos humanitarios del mundo en octubre. Los participantes examinaron las múltiples formas de exenciones humanitarias y los impedimentos prácticos que crean para la entrega de ayuda a las personas más vulnerables, incluso en el contexto de COVID-19.

Douhan instó a los Estados a dar prioridad a salvar vidas durante la pandemia sobre sus intereses políticos o de otro tipo. La guía insta a los Estados a abstenerse de ampliar las sanciones, hacer las exenciones humanitarias más claras y simples para acelerar la ayuda humanitaria a los países sancionados y garantizar que las exenciones cubran todos los bienes posibles que pueden ser esenciales para combatir el COVID-19.

Los operadores humanitarios no deberán soportar la carga de la prueba de que las entregas de bienes esenciales serán para uso puramente humanitario. Las exenciones humanitarias deben tener una visión de futuro y anticipar categorías amplias de emergencias internacionales, como pandemias, desastres naturales, crisis económicas y otras, a fin de requerir un ajuste mínimo para ser efectivas.

En el caso de ciertos equipos médicos y sustancias como los químicos que también pueden tener usos militares, dijo que en el contexto actual estos bienes deben presumirse como destinados al uso humanitario “en aras de salvar vidas humanas”.

Dijo que el Secretario General de la ONU y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos se hicieron eco de sus llamamientos para reducir las sanciones, pero “el nivel de solidaridad y cooperación internacional no fue suficiente”.

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