Las restricciones para detener la propagación de la COVID-19 en Colombia han afectado con severidad la seguridad alimentaria de los migrantes y refugiados venezolanos

(Colombia, 31/08/2020) El acceso a los alimentos ha sido reportado como la necesidad más urgente de los refugiados y migrantes provenientes de Venezuela en Colombia en las principales evaluaciones de necesidades realizadas en esta población.

Las restricciones instauradas para contener la propagación del virus están afectando severamente los medios de vida, el acceso a servicios básicos y la seguridad alimentaria de los refugiados y migrantes.

Un número significativo de hogares tienen problemas para cumplir con las medidas de cuarentena, principalmente debido a la necesidad de generar ingresos para cubrir sus necesidades básicas o acceder a los alimentos. Cambios en los precios también repercuten en el acceso a una dieta apropiada.

Una dieta no balanceada (reflejada en el bajo consumo de frutas y verduras) también se ha identificado en la población focalizada. La leche materna, básica en los primeros meses de vida, no es consumida por los niños y niñas en edad de lactancia en buena parte de los hogares identificados.

Situación

Contexto previo a COVID-19: la “Evaluación de Seguridad Alimentaria en Emergencias para población migrante de Venezuela y Hogares de acogida” (ESAE – WFP), publicada en febrero de 2020, reveló que:

  • El 70% de los hogares migrantes provenientes de Venezuela presentan niveles de inseguridad alimentaria severa o moderada durante los primeros tres meses de su llegada.
  • Más de cuatro de cada diez hogares migrantes (41%) tuvieron una frecuencia de consumo de alimentos pobre o limitada, el doble de lo reportado en hogares de acogida (22%), esta situación fue más habitual en los departamentos de Arauca, Norte Santander y Nariño.
  • En cuanto a la diversidad de la dieta, entre cuatro y cinco hogares migrantes de cada diez no consumió lácteos ni vegetales en la semana anterior a la evaluación y la mayoría no consumió ninguna fruta. El 42% de los hogares en tránsito revelaron una diversidad de la dieta baja.
  • Respecto a nutrición, en 31% de los hogares migrantes y 24% en los hogares de acogida hay una mujer lactante o embarazada, así mismo, en un 45% de los hogares migrantes y un 39% en hogares de acogida, los niños y las niñas lactante no reciben leche materna.
  • En cuanto a fuentes de ingresos, factor clave para la seguridad alimentaria, en el 59% de los hogares migrantes los ingresos provienen de trabajo irregular remunerado diario; un 12% de ventas informales y un 9% no tuvo fuente de ingresos.

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