(Colombia, 28/4/2020) Colombia ha venido enfrentando el incremento de emergencias, entre ellas las relacionadas con el conflicto armado, el deterioro ambiental, los altos índices de pobreza, desastres naturales y más recientemente el fenómeno migratorio interno y externo; las situaciones incrementan el grado de vulnerabilidad y riesgo cuando se presentan de manera conjunta, afirma el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA).
Estas situaciones desencadenan una vulneración hacia los derechos sexuales y reproductivos, donde particularmente las mujeres enfrentan mayor riesgo, especialmente las adolescentes y jóvenes por la exposición a eventos de: reclutamiento, traslado, tránsito por la frontera y la llegada al lugar de destino, las personas en condición de discapacidad, pertenencia etnia y orientación sexual o identidad de género diversa igualmente experimentan.
La vulneración hacia los derechos sexuales y reproductivos en contextos de emergencia humanitaria se materializa en el incremento de violencias de género, especialmente la violencia sexual, embarazos no deseados, aumento de muertes maternas y neonatales, así como los índices de infecciones de transmisión sexual (ITS) incluido el VIH. En contextos de crisis la fragmentación de servicios de salud aumenta, dado por daños a la infraestructura, inaccesibilidad, talento humano insuficiente y el mismo sistema de salud, lo que refleja una baja prioridad a la salud sexual y reproductiva y a las violencias de género para la atención, recuperación y funcionamiento de estas.
Un estudio realizado por Profamilia en el 2018 encontró que los migrantes venezolanos llegan al país con diversas necesidades insatisfechas en atenciones de salud sexual y reproductiva, con una alta posibilidad de encontrar barreras en el acceso de atención en salud debido a la situación migratoria, discriminación y desinformación. A Colombia han llegado aproximadamente 1.630.903 personas según cifras de migración Colombia a 31 de octubre de 2019, de esta población el 64,9% se encuentra entre los 18 a 50 años, es decir, una proporción importante con posibles necesidades en salud sexual y reproductiva.
De acuerdo con cifras del Ministerio de Salud y Protección Social registradas en el Sistema integrado de información de la protección social- SISPRO, entre marzo de 2017 a noviembre de 2019 se han atendido 88.975 partos de mujeres migrantes.
