Relatora de las Naciones Unidas indicó que los migrantes venezolanos son una de las poblaciones más afectadas por las redes de trata en Colombia

(Bogotá, 31/ 05/2023) – La trata de personas, especialmente de niños, niñas y adolescentes, por parte de grupos armados no estatales y organizaciones criminales sigue socavando la consolidación de la paz en Colombia, advirtió una experta de la ONU.

«La trata de personas es una grave violación de los derechos humanos, una violación del derecho internacional humanitario y un delito grave que socava la consolidación de la paz, el desarrollo sostenible y la justicia social», dijo Siobhán Mullally, Relatora Especial de la ONU sobre la trata de personas, especialmente mujeres y niños en una declaración tras una visita de nueve días a Colombia.

La experta celebró el compromiso del Gobierno con la protección de los derechos de las víctimas y la lucha contra la impunidad, pero dijo que este compromiso debe aplicarse en la práctica en toda Colombia, en particular en las zonas rurales.  También celebró el compromiso del Gobierno para dar una respuesta a la trata de personas basada en los derechos humanos y a la expansión de una migración segura, regular y ordenada, e instó a las autoridades a incluir el tema de la trata de personas en la Política de Paz del país.

«La trata de personas es cometida por grupos armados no estatales y organizaciones criminales para apoyar sus actividades y controlar a las comunidades. Afecta especialmente a las comunidades afrocolombianas y rurales, a los pueblos indígenas y a los y las migrantes venezolanos«, afirmó Mullally.

«Es imperativo que la trata de personas forme parte de las discusiones de la Política de Paz de Colombia y que se implemente y fortalezca el capítulo étnico del Acuerdo Final para prevenir la trata, asistir y proteger a las víctimas, desarrollar programas centrados en los y las sobrevivientes y diseñados por ellos, así como medidas para combatir la impunidad», dijo. «El compromiso con una reforma rural integral, y con la promoción de los derechos de las mujeres rurales y las comunidades rurales es bienvenido, y esencial para la prevención de la trata de personas.»

«Las medidas de protección deben ser a largo plazo y contar con todos los recursos necesarios», afirmó la experta.

Mullally afirmó que los desplazamientos relacionados con los conflictos contribuyen a aumentar el riesgo de trata de personas debido a la pérdida de medios de subsistencia, la pérdida de alojamiento y la ruptura de las redes comunitarias y familiares.

«Los niños, niñas y adolescentes son los más afectados y el aumento del reclutamiento y la utilización de niños por grupos armados en los últimos años es motivo de grave preocupación», afirmó la Relatora Especial.  «El gobierno debe avanzar urgentemente en la adopción de medidas para impedir el reclutamiento y la utilización de todos los menores de 18 años, especialmente en las zonas de conflicto», añadió.

Las mujeres y las niñas, en particular, están expuestas a la trata con fines de explotación sexual por parte de grupos armados y redes criminales, dijo Mullally.

La Relatora Especial también elogió a las autoridades colombianas por el Estatus de Protección Temporal concedido a los venezolanos, más de un millón de los cuales han cruzado a Colombia.

Instó al Gobierno a abordar los retrasos en el acceso a la documentación y la obtención del estatuto de protección, especialmente por parte de los y las migrantes en zonas remotas.

Dada la condición de Colombia como país de tránsito para los y las migrantes, Mullally instó a las autoridades a prestar especial atención a los niños, niñas y adolescentes no acompañados y separados de sus familias, especialmente en las zonas fronterizas y en los puntos de tránsito, donde su exposición a los riesgos de la trata es aguda y donde los servicios son limitados.

«Se necesitan urgentemente medidas de alojamiento seguro y de protección, en particular en las zonas afectadas por el conflicto y en las zonas rurales donde viven comunidades afrocolombianas, indígenas y comunidades afectadas por la migración», dijo la experta de la ONU.

«Las autoridades territoriales están infrafinanciadas y no disponen de recursos presupuestarios ni humanos para asistir a las víctimas.  En ausencia de asistencia y protección, las víctimas son vulnerables a la revictimización», añadió Mullally.

Durante su visita, la Relatora Especial se reunió con supervivientes y víctimas de la trata y con defensores y defensoras de los derechos humanos. Su visita la llevó a la capital, Bogotá, y a Cartagena, Cúcuta, Apartadó, Necoclí, Pasto e Ipiales.

La experta de la ONU pidió una acción coordinada de las autoridades colombianas para garantizar investigaciones eficaces sobre la trata de personas. Instó al Gobierno a aumentar la presencia de autoridades civiles en las zonas afectadas por la violencia de los grupos armados, ampliar el despliegue y la capacidad territorial de la Fiscalía General de la Nación e implementar medidas para responder con prontitud a las alertas tempranas de la Defensoría del Pueblo.

«Debe garantizarse el acceso a reparaciones para las víctimas de la trata relacionada con el conflicto, para todos los fines de explotación, incluidos el reclutamiento forzado, el reclutamiento y la utilización de niños, niñas y adolescentes, la explotación sexual y la esclavitud sexual, el trabajo forzado, la servidumbre doméstica y la criminalidad forzada», dijo la experta.

Fuente oficial: OACNUDH