La respuesta a la migración venezolana en Colombia sigue siendo insuficiente

(Colombia, 11/3/2020) Con más de 1.6 millones de refugiados y migrantes venezolanos asentados en Colombia, 413,000 en tránsito regular y medio millón de retornados a principios de 2020, promover el acceso a refugios, viviendas y vecindarios seguros es más que solo proporcionar un techo: es una garantía de protección e integración.

Respuesta de emergencia

A pesar de la expansión del número y la capacidad de los refugios en el país, la demanda de refugios de emergencia es mucho mayor que la oferta existente en la frontera, e incluso mayor en algunas áreas de recepción y tránsito. Esto se evidencia por el aumento en el número de refugiados y migrantes que duermen mal, así como el uso de mecanismos negativos de afrontamiento, como la ocupación de espacios públicos o estructuras abandonadas, sexo transaccional a cambio de vivienda o violencia sexual en estos lugares.

La respuesta existente también es insuficiente para algunas personas con necesidades específicas, como las sobrevivientes de violencia de género, las personas que viven con discapacidades y los grupos indígenas, así como los perfiles que generalmente no son priorizados por actores humanitarios que trabajan con recursos limitados, como adultos. hombres que viajan solos. La falta de alojamiento seguro y de calidad también se refleja en la falta de acceso al agua potable y la exposición a los elementos y a las enfermedades transmisibles.

Al mismo tiempo que la respuesta de las organizaciones humanitarias ha aumentado, las organizaciones de la sociedad civil y algunas comunidades religiosas también han comenzado a establecer sus propios refugios, particularmente en áreas donde la respuesta ha sido limitada. Estas iniciativas requieren apoyo para mejorar la calidad de sus servicios y garantizar su sostenibilidad.

En respuesta a estas necesidades, en 2020 el Subgrupo está trabajando para (1) aumentar la disponibilidad de refugios de emergencia en áreas donde la brecha entre la demanda y la oferta es mayor, así como apoyar los refugios existentes con construcción, adaptación, mejora, rehabilitación y gestión, (2) aumentar la oferta para personas con necesidades específicas, como poblaciones indígenas, personas con discapacidades, personas LGBTI, niños no acompañados y sobrevivientes de violencia sexual, y (3) mejorar la calidad y la gama de modalidades de asistencia de alojamiento temporal refugios externos, como viviendas de emergencia y estrategias de salida de refugios.

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